Google Plus, cerrando el círculo

Google Plus, cerrando el círculo

Nadie puede cuestionar a estas alturas el poderío que ha demostrado Google en sus dos décadas de vida. La empresa norteamericana fundada por Larry Page y Serguéi Brin ha conseguido ser una de las compañías más influyentes del mundo y se ha encumbrado como el motor de búsqueda más utilizado en Internet.

Sin embargo, la historia del buscador de las letras de colores también cuenta en su aval con estrepitosos fracasos que han ido manchando su expediente de laureados éxitos.

Si en la cara de la moneda nos encontramos con grandes aciertos como el buscador de Internet Google ,el navegador Chrome, el sistema operativo para móviles Android o el gestor de correo electrónico Gmail, en la cruz ha habido igualmente tremendos batacazos como: Buzz, Dodgeball, Wave, iGoogle, Picasa, Glass, Nexus Q, Google Answers o Reader.

A esta lista se unirán en unos meses Hangouts, Allo y Google +, la red social que el gigante de Mountain View lanzó el 28 de junio de 2011.
Hace 7 años Google decidía lanzar su propia red social para derrocar a Facebook; se lanzó a fusionar lo mejor de la empresa de Mark Zuckerberg y Twitter en un innovador concepto: los círculos. Éstos se presentaban como una original idea para segmentar nichos de mercados y conectar a usuarios específicos con intereses comunes.

El elemento diferenciador con Facebook consistía en la posibilidad de compartir información y relacionarnos con otras personas gestionando el contenido y el grado de conexión mediante los llamados círculos. Es decir, podíamos tener un círculo para compartir información profesional con una serie de contactos, personal con otro distinto, familiar con nuestros parientes e incluso seguir a celebridades o personas relevantes (al igual que podemos hacer en LinkedIn).

El arranque de Google plus fue “prometedor”, mas ahí quedó todo. Pese a que Facebook llevaba años creciendo y consolidándose como la red social más utilizada, el nuevo proyecto de Google contaba con el respaldo de una de las empresas más refutadas en el ámbito 2.0. Los geeks se apresuraron a abrir sus cuentas y empezaron a nutrir sus círculos con sus contactos más vanguardistas.

No obstante, seamos sinceros, Google Plus nunca terminó de arrancar. Facebook estaba tremendamente consolidado y la mayoría de usuarios de redes sociales era fiel a esa plataforma donde permanecían todos sus allegados desde 2008. Inesperadamente fue la comunidad de Instagram la que comenzó a aumentar de forma exponencial -respaldada por el público que más joven que quería distanciarse de Facebook- lugar donde estaban creando perfiles sus padres.

En los últimos tiempos el uso de Google Plus quedó reducido a dos segmentos: aquellos que habían encontrado un lugar para compartir información de una temática muy concreta en sus círculos y, por otro lado, todos los que utilizaban G+ porque sabían que beneficiaba al SEO de su web, puesto que Google daba más visibilidad a los enlaces que eran publicados en su producto.

Y así permanecía agonizando una de las apuestas más ambiciosas de Alphabet (empresa matriz de Google) hasta que, el pasado mes de octubre, reconocía en su blog un fallo de seguridad que expuso los datos privados de unos 500.000 usuarios. Nada nuevo bajo el sol, puesto que en marzo salió a la luz una filtración de datos en Facebook que forzó a su máximo responsable a dar explicaciones ante el Senado y el Congreso de Estados Unidos.

Este escándalo informático llevó a los responsables de Google a echar el cierre de su red social el día 25 de agosto de 2019, fue la puntilla que acabó de fulminar a este órdago al todopoderoso Facebook. Pero ya se sabe, a perro flaco-no tan flaco en el caso de Google- todo son pulgas y un nuevo agujero de seguridad ha revelado que los datos personales (nombre, dirección de correo, empleo y edad) de otros 52,2 millones de usuarios habrían quedado al descubierto. Ante tamaño escándalo el fin de Google+ se ha adelantado a abril del año entrante.

Detrás de cada éxito hay muchos fracasos y ésta parece ser la moraleja que nos deja la breve singladura de Google+.
En los últimos lustros ha habido múltiples iniciativas para intentar plantar cara a Facebook, pero ninguna ha cuajado. La creación de Zuckerberg ha conseguido asentarse sólidamente en nuestra sociedad, con una ingente cantidad de usuarios activos en su plataforma y una potente herramienta publicitaria dirigida a empresas.

¿Hasta cuándo durará su hegemonía? es difícil de predecir. No todo son buenas noticias para la compañía de la F azul: las nuevas generaciones están marchándose a Instagram o Snapchat y los sonados fallos de seguridad de este año han ahuyentado a muchas personas, que ven como sus muros se inundan cada vez más de anuncios y menos de publicaciones de sus amigos.

Ha habido otras alternativas como Vero. La propuesta del billetudo libanés Ayman Hariri que apostaba por una red social de pago- pero sin publicidad- y que no utilizaría nuestros datos personales para fines comerciales. Alcanzó gran popularidad a principios de 2018 con una agresiva campaña de marketing, aunque poco a poco ha ido deshaciéndose como un azucarillo.

Otro prometedor “rival” de Facebook fue Vippter, una plataforma digital desarrollada en España cuyo gancho era poder interactuar con personajes famosos. Vippter se postuló como un proyecto creado para que las estrellas (futbolistas, cantantes, modelos, influencers, etc) publicaran contenidos en exclusiva y sus seguidores pudieran seguirlos y participar en sorteos-concursos propios…duró lo mismo que la carrera de Ylenia.

Batir a Facebook se antoja una ardua labor hoy en día. Las tendencias y los gustos de los consumidores son impredecibles y será complicado adivinar qué pasará en 10 años. Ni el gigante Google ha podido triunfar en este fenómeno social que son la comunidades virtuales dominadas en nuestros días por el triunvirato Facebook, Instagram, WhatsApp gobernado por Mark Zuckerberg, seguido por YouTube y Twitter.
Un círculo vicioso que tiene pinta de prolongarse una buena temporada y más ahora que Google Plus cierra el círculo.

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